Una sugerencia para "mimarnos", o mimar a nuestra familia en este día desapacible: ¿Qué tal preparar algo dulce para el café
o el mate de la tarde, y, mientras está en el horno, leer un capítulo más?
o el mate de la tarde, y, mientras está en el horno, leer un capítulo más?
Capítulo LV
A la mañana siguiente, Carolina se
levanta tarde: Mientras Marta prepara el desayuno, ella sigue pensando en el
sueño y se le presenta un dilema: ¿Contárselo a Marta o a Juancito para
desahogarse? ¿No confiárselo a ninguno? Al fin decide contárselo a ambos.
Así, se presenta la oportunidad de
volcarlo en los dos por casualidades del reloj. Ese día han decidido quedarse a
descansar para recuperarse y tomar
aliento para el día siguiente y Ricardo ha decidido tomar una argentinísima
siesta, así que, café por medio, los tres en el apartamento de Carolina, esta
les revela su visión nocturna. Los consejeros no están de acuerdo. Marta opina
que aún está enamorada de Ricardo, mientras Juan cree ver una creciente
relación entre ella y el mexicano.
La cuestión es que Carolina queda
más confundida que antes y para cuando Ricardo se levanta, la situación sigue
discutiéndose, así que cambian de tema lo suficientemente rápido como para que
él no se dé cuenta.
Suena el teléfono. Es Walter, con
la voz muy animada. Carolina tiene que hacer callar a sus acompañantes que
están planificando su tarde de descanso con chapuzones en la alberca, baños de
sol, algún margarita y, para no salir a cenar, una comida preparada por Aurora,
lo cual lleva a “¡Sí!” “¡Genial!” y otras expresiones que no le permiten oír
claramente.
Miguel se ha comunicado con
Walter: Hay otra sospechosa: Nélida. Carolina queda pasmada.
_Sí _ le dice Walter, adivinando
la reacción que ha provocado _ Así como lo oyes, pero no sabré nada más hasta
mañana, cuando Miguel regrese a hacer unas fotos y nos dé más detalles. Avísale
a Juan que habrá trabajo para él y a la noche nos reunimos, ¿de acuerdo?
_Por supuesto _ opina Carolina.
Ella comenta las novedades a sus acompañantes que
quedan estupefactos. Ricardo, claro, no entiende nada, pero Juan lo pone al
tanto de la situación.
Disfrutan esa tarde como lo habían
planeado y al día siguiente, transitan calles, cámara fotográfica en mano,
mientras Juan se ocupa de Miguel en el estudio fotográfico para otra promoción.
Afortunadamente el trabajo se
realiza a la mañana, así que a la tardecita a Walter (que pasa a buscar a
Carolina) y a ella no les alcanzan los pies para ir a la oficina de Miguel,
donde él los ha citado. Ha preferido ese lugar otra vez, en la habitación que
le sirve de refugio para contarles las novedades que trae de Acapulco:
La policía ha averiguado que
Alejandra no era la única amante que tenía Néstor. Su ex esposa, a pesar de su
nerviosismo, en un momento de lucidez, les ha revelado eso. Aunque la pista ha
sido muy general, los detectives de la policía van orientándose al enterarse de
que una de ellas ha trabajado con él y parece haber tenido una relación más
larga así que enfocan sus sospechas en
una dirección más puntual.
Ya la han localizado y detenido,
pero, desgraciadamente, eso no significa la liberación de Alicia. Ahora la
cuestión será encontrar las evidencias.
Pero hay otra sorpresa: Miguel les cuenta que
en el breve período de detención de Nélida, esta se ha descompuesto, la
llevaron a la enfermería, y, aunque ella no quiso declararlo antes, está
embarazada.
_ ¿De Néstor? _pregunta enseguida
Walter.
_ Aparentemente no contestó eso.
Miguel trata de explicarles las
implicaciones legales, pero son confusas para él, y para Walter y Carolina
resultan igual.
De todas maneras, con esa
conversación han tenido bastantes sorpresas. Miguel los invita a encargar algo
para quedarse a cenar. Walter acepta enseguida pero Carolina recuerda a sus
huéspedes y cuánto los ha dejado esperando estos días, así que, por más que
insisten, se decide a regresar. Walter la lleva.
Una vez que llega al departamento,
por más cansada que está, Juan, Aurora y Ricardo la convencen de que se dé una
ducha y salgan a cenar.
Mientras tanto, Miguel y Walter
han cambiado sus planes originales y han decidido ir al departamento de este,
donde tienen los ingredientes necesarios para preparar una comida.
Walter se había prometido no tocar
más el tema sentimental entre Miguel y Carolina, pero algo en el contacto que
hoy ve en ellos, lo hace reconsiderar la promesa, y mientras cocina, comienzan
los primeros sondeos:
_ ¡Qué bien hizo Carolina en
quedarse para apoyarte, ¿no? Bueno, está bien, también le pediste que se
quedara para las promociones, pero, de parte de ella me parece un gesto valioso
. . .
La comida ya está en la mesa y
Walter está sirviendo. Se da cuenta de que aunque quiso lograr un
acercamiento sutil, no lo logró:
_ Te conozco desde hace mucho
tiempo, Walter: no empieces con tus indirectas. Si quieres saber si he pensado
si amo a Carolina o no, te diré que sí.
_ ¿Sí lo pensaste, o sí estás
enamorado?
Miguel toma aire, mira a su amigo
directamente y va soltando poco a poco:
_ Creo . . bueno . . .sí . . .yo .
. .amo a Carolina.
Walter suelta los cubiertos y lo
palmea con expresión de triunfo:
_ Has visto? ¿No ha costado tanto,
verdad?
_No te apresures, no te apresures.
_ ¡Ah! _ lanza Walter
desilusionado -¿Y ahora, cuál es el problema?
_ ¿Cómo cuál es el problema?
Pretendes que en medio de la situación de mi hermana, más el novio de Carolina
. . .
_ Ex – novio . . .
_ Está bien, ex – novio. ¿Te parece que me
ponga yo en romances?
_ Tienes razón. Pero al menos ya
tienes en claro lo que sientes.
_ Sí, pero no sé qué siente ella
por mí. Con él aquí debe de estar muy confundida.
_ No sabes lo que siente ella. La
he visto mirarte. Está bien, pero sólo (tienes razón, una vez que el momento
sea propicio) preguntando lo sabrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario