domingo, 15 de febrero de 2015

¿Lindo domingo, verdad? Algunos reponiéndose del festejo de San Valentín de ayer, otros lo habrán celebrado hoy ... Aún aquellos que no tienen pareja ahora, puede ser que, si Dios se la llevó, hayan paseado con su  corazón por bellos recuerdos. Están los que llevan aaaaaños con el mismo amor  (mis papás llevan 60 de casados) y , a pesar de las idas y venidas de la vida, se elijirían otra vez. Y, por supuesto (y no lo digo a manera de consuelo, sino porque lo creo firmemente y sobran los ejemplos), los que no transitan una relación de pareja, pero sirven en un comedor infantil, están siempre para sus amigos, cuidan a sus padres, o a sus hijos, o a sus sobrinos ... o ponen pasión en todo lo que hacen. Sólo el amor da esa fuerza arrolladora.
A todos ellos, una poesía que escribí hace mucho tiempo y está publicada en mi libro "Entretejidos". Nuevo agradecimiento a los que me siguen.

   Sobre el amor . . .

Se han hecho tratados miles,
y escrito ¡tantas poesías!,
aforismos, dichos, lemas
y compuesto melodías.
Lo ha estudiado la ciencia
y hasta la filosofía.

A veces roban su nombre
 para la pornografía
o quieren vender recetas
para conservar su guía.
Miden, cuentan, ponen precio,
 cual si fuera mercancía.

Unos dicen que por él
cometieron tonterías
e hicieron locas promesas
que, estando cuerdos, no harían.
Dos por tres le endilgan culpas
de sus propias fechorías
y se ha visto . . .¡cada cosa!
por su dulce brujería.

Ora quieren escaparle,
 o lo buscan a porfía.
Ya lo erigen como dios,
o llaman “cursilería”.

Mas . . . ¿qué sabemos de él?
¿Quién definirlo podría?
¿Un genio del pensamiento?
¿Un as de la biología?
¿La computación, las lenguas,?
¿Qué sabio se atrevería?

El origen y las causas,
 sus vuelos y sus caídas . . .
¿Hay razón que dé razones
 a su mágica alegría,
a su suave, ignota, rara
 y aceptada tiranía?

Pues si acaso alguna mente
 con su gran sabiduría
a dilucidar llegara
sus más secretas manías
presas bajo un microscopio,
 por favor: ¡No me lo diga!
No lo divulguen los libros,
 que saberlo no querría.
 ¿Para qué quiero argumentos
  que surjan de ciencias frías?
¿Para qué sesudas tesis
 que muy poco entendería?

Cuando navego en tus ojos
 y me miro en tus pupilas,
cuando pienso en ti y recuerdo
 todo lo que ti me inspiras,
tengo lo que no han logrado
todas las ciencias unidas,
los tubos y preparados,
 las más geniales premisas:
Tengo la prueba insondable
 del amor y de la vida.




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